Las muchachas cristianas agradecen a Dios, pero la presión de los pares, las actividades escolares y los movimientos físicos hacen que los marinos desarrollan cualidades piadosas como la paciencia, la amabilidad y el dominio propio. La buena noticia es que al enfocarse en Dios, las muchachas pueden vivir el fruto del Espíritu. La fidelidad y la humildad se producen mientras que las muchachas caminan con Jesús y expresan su amor a los que el rodean. // Los adolescentes cristianos desean agradar a Dios, pero la presión de los compañeros, las actividades escolares y los cambios físicos hacen que las cualidades piadosas como la paciencia, la bondad y el autocontrol sean difíciles de desarrollar. La buena noticia es que al centrarse en Dios, las niñas pueden vivir el fruto del Espíritu. La fidelidad y la dulzura vienen mientras los adolescentes caminan con Jesús y expresan su amor a los que les rodean. Idioma: Español
UNILIT
9780789919434

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